LA RAZÓN / Opinión / Mauricio Flores/Gente detrás del dinero / 22/11/2021 09:48 Y también estemos claros: el hecho de que el joven controlador aéreo encargado de rediseñar las entradas y salidas para el AICM a fin de “hacer un espacio” para las operaciones de Santa Lucía, Santiago Mijail Ávila Mendoza, optase por el ostracismo y trabajar en un horario nocturno para evitar las cada vez más incómodas preguntas de colegas y pilotos sobre el modelo que elaboró, debería ser suficiente para sospechar que algo salió muy mal en el plan que el director del Seneam, Víctor Hernández, le vendió al Presidente Andrés Manuel López Obrador de que podían convivir con seguridad y eficacia ambos aeródromos. Por órdenes superiores, Santiago Mijail recibió la información de…
Estemos claros: no importa cuán monumental sea la obra civil, los baños, el despacho de equipaje, pistas y torre de control de un aeropuerto, si no cumple con las condiciones técnicas de navegación aérea segura y eficiente para las aerolíneas; sin tales condiciones se reducen dramáticamente las capacidades físicas y de negocio de cualquier aeródromo como desafortunadamente se perfila la terminal de Santa Lucía.
